lunes, 17 de junio de 2013

José Ángel Valente: un poema

Los muslos de la mujer eran largos y húmedos. El fino vello brillaba dorado al sol. Interminable profundidad sin fondo de la piel. Cuando reía, parecía su risa estremecerle al sexo y desatar bandadas por el aire de indeclinables pájaros. Brotaba allí, me dije, como otras tantas cosas de la naturaleza.


(Jardín botánico)

(José Ángel Valente, Obra poética 2. Material memoria, Alianza Editorial, 1999).

sábado, 8 de junio de 2013

Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas


A veces, por la noche, el redoble de los tambores, detrás de la cortina de árboles, remontaba el río y permanecía ininterrumpido, pero débil, como flotando en el aire, en lo alto, por encima de nuestra cabezas, hasta el alba. Si aquello significaba guerra, paz u oración, es algo que no hubiéramos podido decir.
(…)
No podíamos comprender porque estábamos demasiado lejos, y no podíamos recordar porque estábamos viajando en la noche de los primeros tiempos, de aquellos tiempos que se han ido, dejando apenas una señal y ningún recuerdo.


(Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas. Traducción de Araceli García Rios e Isabel Sánchez Araujo, Alianza Editorial).