martes, 25 de octubre de 2011

Correspondencias fílmicas en La Casa Encendida

El ciclo “Todas las cartas. Correspondencias fílmicas” que todavía se proyecta en La Casa Encendida de Madrid es una oportunidad única para acceder a un tipo de lenguaje visual novedoso y con enormes posibilidades, ya que se trata de diálogos mantenidos por dos realizadores distintos, cuyo resultado responde a cierta libertad creativa. El lenguaje audiovisual sigue mutando a nuevas formas y esta exposición es una excusa perfecta para corroborarlo.

Estas correspondencias fílmicas surgen a partir de una relación fílmico-epistolar mantenida entre Víctor Erice y Abbas Kiarostami, con motivo de una exposición que tuvo lugar en La Casa Encendida de Madrid, el CCCB de Barcelona y el Centre Pompidou de París en 2006. Ahora la propuesta se amplía también a otras parejas de cineastas, contribuyendo a que esta nueva forma de lenguaje visual vaya ganando en riqueza y matices. Entre los cineastas/parejas, tenemos:

Fernando Eimbcke y So Yong Kim

Isaki Lacuesta y Naomi Kawase

Jaime Rosales y Wang Bing

Víctor Erice y Abbas Kiarostami

Albert Serra y Lisandro Alonso

José Luis Guerin y Jonas Mekas


Esta semana acaba el ciclo, nada más y nada menos, que con la correspondencia visual entre José Luis Guerin y Jonas Mekas, y con la presencia de ambos cineastas el 25 de octubre a las 20h. Y quién sabe, igual alguno tiene la suerte de cruzarse con Jonas Mekas en alguna plaza madrileña viéndole reaccionar ante la vida y captar alguno de sus pedazos de realidad.

Más información: aquí.

jueves, 20 de octubre de 2011

Ginsberg y Lorca, poetas de las multitudes



¿Qué tienen que ver Allen Ginsberg y Federico García Lorca? Mucho, pero sobre todo, ambos destilaban un desencanto que era también una visión trágica de la vida; el estadounidense además, siempre reconoció su admiración por el español, e incluso si leemos algunos libros de Ginsberg, como Aullido o La caía de América, podemos apreciar cierta influencia de Poeta en Nueva York, en el uso del lenguaje de raigambre surrealista con imágenes poderosas, en busca del extrañamiento, en la ruptura del lenguaje tradicional, así como una lectura crítica de la realidad más deshumanizada.
Esta foto, que muestra a un joven leyendo versos de Sanwiches de realidad de Allen Ginsberg en medio de una manifestación del movimiento “Occupy Wall Street” (el 15-M neoyorkino), me ha recordado a Lorca y sus poemas heridos sobre las multitudes y el Capitalismo.
Aún es pronto para saber hasta dónde llegará el descontento de la multitud que se siente agredida por un sistema tan poderoso como violento, sin embargo, resulta esperanzador que, ante tanta hipocresía y miseria, haya momentos para la poesía.
He aquí dos poemas de los dos poetas sobre América o Nueva York, es decir, el corazón de la enferma Occidente.
*
Panorama ciego de Nueva York
Si no son los pájaros
cubiertos de ceniza,
si no son los gemidos que golpean las ventanas de la boda,
serán las delicadas criaturas del aire
que manan la sangre nueva por la oscuridad inextinguible.
Pero no, no son los pájaros,
porque los pájaros están a punto de ser bueyes;
pueden ser rocas blancas con la ayuda de la luna
y son siempre muchachos heridos
antes de que los jueces levanten la tela.

Todos comprenden el dolor que se relaciona con la muerte,
pero el verdadero dolor no está presente en el espíritu.
No está en el aire ni en nuestra vida,
ni en estas terrazas llenas de humo.
El verdadero dolor que mantiene despiertas las cosas
es una pequeña quemadura infinita
en los ojos inocentes de los otros sistemas.

Un traje abandonado pesa tanto en los hombros
que muchas veces el cielo los agrupa en ásperas manadas.
Y las que mueren de parto saben en la última hora
que todo rumor será piedra y toda huella latido.
Nosotros ignoramos que el pensamiento tiene arrabales
donde el filósofo es devorado por los chinos y las orugas.
Y algunos niños idiotas han encontrado por las cocinas
pequeñas golondrinas con muletas
que sabían pronunciar la palabra amor.

No, no son los pájaros.
No es un pájaro el que expresa la turbia fiebre de laguna,
ni el ansia de asesinato que nos oprime cada momento,
ni el metálico rumor de suicidio que nos anima cada madrugada:
es una cápsula de aire donde nos duele todo el mundo,
es un pequeño espacio vivo al loco unisón de la luz,
es una escala indefinible donde las nubes y rosas olvidan
el griterío chino que bulle por el desembarcadero de la sangre.
Yo muchas veces me he perdido
para buscar la quemadura que mantiene despiertas las cosas
y sólo he encontrado marineros echados sobre las barandillas
y pequeñas criaturas del cielo enterradas bajo la nieve.
Pero el verdadero dolor estaba en otras plazas
donde los peces cristalizados agonizaban dentro de los troncos;
plazas del cielo extraño para las antiguas estatuas ilesas
y para la tierna intimidad de los volcanes.

No hay dolor en la voz. Sólo existen los dientes,
pero dientes que callarán aislados por el raso negro.
No hay dolor en la voz. Aquí sólo existe la Tierra.
La Tierra con sus puertas de siempre
que llevan al rubor de los frutos.
(Federico García Lorca, Poeta en Nueva York, 1929-1930).
*
Movilización en D.C.

Blanca luz solar sobre sudorosos cráneos
Monumento de Washington piramidales altas nubes de granito
sobre una masa-alma, niños chillando en el interior de sus cerebros en la silenciosa hierba
(hombre negro amarrado vestido con un mono azul colgando de una cruz de la Tierra)-
Brillantez de alma bajo cielo azul
Reunida ante la casa Blanca repleta de mostachudos Alemanes
y botones de policía, teléfonos del ejército, Zumbadores de la CIA, micrófonos del FBI
Walkie-talkies del Servicio Secreto, altavoces de intercom a la
Bofia de Narcóticos y los Especuladores de Terrenos de la Mafia de Florida.
Cien mil cuerpos desnudos ante un Robot de Hierro
El cerebro de Nixon cráneo Presidencial espiando con binoculares
desde el ala Este de la Fábrica del Smog de la Paranoia.
9 de mayo de 1970
(Allen Ginsberg, La caída de América, Visor, versión de Antonio Resines).

jueves, 13 de octubre de 2011

Deudocracia o la realidad kafkiana


Deudocracia es un documental griego sobre la crisis financiera que revela algunas realidades escalofriantes, como la "deuda odiosa", y explica cómo los rescates sirven para salvar a los grandes bancos y no a los ciudadanos, entre otras muchas cosas. Además, la película contiene algunas sorpresas que merecen la pena. Deudocracia puede verse por la red de manera gratuita.

El mundo en que vivimos es plenamente kafkiano y este documental viene a recordárnoslo.

viernes, 7 de octubre de 2011

Tratado del Todo-Mundo, de Édouard Glissant


Tratado del Todo-Mundo, de Édouard Glissant (Traducción de María Teresa Gallego Urrutia, Ed. El Cobre, 2006).

Édouard Glissant, nacido en Martinica y formado intelectualmente en París, siempre ha luchado contra los sistemas totalitarios y los dogmatismos, abogando por el mestizaje y la criollización, defensor de la “antillanidad”, autor de importantes libros tanto de poesía y novela como de ensayo. Su vasta mirada y sensibilidad, asocian literatura comparada, retórica, etnología o filosofía, en una manera de escribir plenamente original.

De manera fragmentaria y un tanto desordenada, el autor martiniqués afronta temas históricos, filosóficos, literarios, culturales, con una revisión a pesar de la Historia, que recuerda también a Derek Walcott, para autodefinirse desde el archipiélago, pero también para enfrentarse intelectualmente a Occidente, como Edward Said, poniendo en evidencia sus carencias y faltas, aunando multiculturalidad y criollización como fuerzas enriquecedoras del Mundo, desde las sociedades multilingües hasta la mezcla de razas y culturas.

En este Tratado del Todo-Mundo Glissant crea un lenguaje novedoso para designar una realidad que hasta ahora conocíamos pero que nadie (o casi nadie) quiere ver con claridad. Es tal vez por ello que el autor martiniqués crea desde la visión poética, con un uso del lenguaje propio y original. “Para expresar esto, que compartimos los multilingües, importa aquí el lenguaje, que desvía los límites de las lenguas usadas”, dice el narrador. Su hablar y su mirar en el Mundo son, como él denomina, archipielares. Entre los diferentes y muy diversos capítulos, abundan poemas en prosa repletos de imágenes, compuestos por elementos de la naturaleza, otorgando voz a la mar, las plantas o la tierra, nombrando las cosas desde su origen.

Para Glissant hablar de aspectos tan importantes como “criollización”, “oriundez”, “totalitarismo” o “raíz” es necesario renombrarlos otra vez, porque su significado ha sido contaminado o alterado. Él se encarga de desvelar la realidad: “Los Estados Unidos, tierra del multiculturalismo, no son tierra de criollización; aún no” o “África sólo es África de verdad para los demás cuando la conquistan”. Así, heredando algunos términos de Gilles Deleuze y Félix Guattari como “raíz” o “rizoma” -que Glissant ya desarrolló en otro libro anterior, Poétique de la Relation-, aborda un proceso de identidad de estar en el Mundo, siempre en relación con el Otro. Glissant se opone a los dogmas, a los pensamientos únicos, a la intolerancia, a lo definitivo. Para ello propone la Diversidad, la Relación: “Escribimos en presencia de todas las lenguas del mundo”, lo que supone una riqueza, un rizoma en el Mundo: “Lo que crea totalidad es el rizoma de todos los lugares, y no una uniformidad locativa en que nos esfumaríamos”.

En la originalidad de Glissant también caben temas literarios, como la espléndida lectura que hace de Michel Leiris o Yves Bonnefoy y de sus respectivos libros Aurora y Douve, donde reconoce una influencia retórica, poética, pero también estructural, “a un tiempo total, y tan poco totalitario” de aquellos libros, que de alguna manera el propio autor pretende adoptar en este Tratado del Todo-Mundo, creando una Poética fragmentaria, diversa, porque Glissant promulga felizmente el mestizaje en todos sus sentidos, desde el uso del lenguaje hasta los propios géneros literarios. Mezcla de poesía y ensayo, de poesía e Historia, de poesía y Política. Todo cabe en este tratado, Nelson Mandela o Internet, como gran espejo del Mundo. En fin, Glissant, inventa, crea, alumbra, grita con un hálito poético plenamente original, estableciendo una red de imágenes que no pretenden, a pesar del título, ser definitivas, sino más bien sugerir, porque su escritura está viva y renueva tanto la lengua como la manera de mirar el Mundo.

(Reseña publicada originariamente en www.deriva.org).

lunes, 3 de octubre de 2011

Francisco Pino: Antisalmo 16



1. No hay nadie que sepa leer.

2. No hay nadie que sepa leer sin

3. No hay nadie que sepa leer sin pre

4. No hay nadie que sepa leer sin prejui

5. No hay nadie que sepa leer sin prejuicios.

6. No hay nadie que sepa leer.

7. No hay nadie que sepa leer sin

8. No hay nadie que sepa leer sin pre

9. No hay nadie que sepa leer sin previo

10. aviso.

11. La luna está arriba,
debajo.


(Francisco Pino, Antisalmos, Madrid, Hiperión, 1978).