sábado, 17 de septiembre de 2011

Manifiesto por la escuela pública en la Comunidad de Madrid

No se trata solo de privatizar empresas o servicios, sino también de privatizar la información, el derecho (con el incremento de la relación contractual en detrimento del derecho), el espacio urbano, el agua, el aire, lo vivo.

(Daniel Bensaïd, Cambiar el mundo, Madrid, Diario Público, 2010).

Ya nos advertía el filósofo francés Daniel Bensaïd de la sociedad capitalista y su red de poder para mercantilizarlo todo. "¡Quien posee manda!". Ante los tiempos que vivimos, y los recientes hechos que conllevan, no solo a recortar, sino a privatizar la enseñanza, la educación y la cultura, los ciudadanos hemos empezado a manifestarnos y a decir ¡basta!

He aquí un reciente manifiesto por la escuela pública en la Comunidad de Madrid.


LA CULTURA POR LA DEFENSA DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA DE LA COMUNIDAD DE MADRID



A TODA LA CIUDADANÍA DE NUESTRA COMUNIDAD


Como profesionales del mundo de la cultura y como ciudadanos que trabajamos y vivimos en la Comunidad de Madrid, los abajo firmantes queremos expresar nuestra preocupación y nuestro más decidido rechazo ante los drásticos recortes que, con la excusa de la crisis, está llevando a cabo el gobierno regional en la educación pública y que se concretan en las instrucciones para el curso 2011-12. La educación y la cultura no deben ser realidades separadas: ambas siempre han sido, y son, la garantía de una sociedad plural, democrática, participativa y crítica, y por ende libre. Una educación pública de calidad constituye una conquista irrenunciable de nuestra democracia, sin la que difícilmente puede hablarse de justicia social y menos aún de igualdad de oportunidades. Una educación de todos y para todos es un pilar básico para el crecimiento personal de cada individuo así como para el desarrollo de un país en su conjunto. Por todo ello, resulta especialmente preocupante el modelo que quiere imponer el gobierno regional, que tiende a crear guetos y a profundizar la brecha de las desigualdades económicas y sociales.

Si bien los recortes se han presentado a los madrileños como una consecuencia indeseable pero inevitable de la crisis económica, lo cierto es que se enmarca en la política de sustracción de recursos a la escuela pública que ha llevado a cabo durante años la presidenta Esperanza Aguirre en beneficio de la escuela privada-concertada. El gobierno regional ha decidido ahora recortar drásticamente las plantillas de los centros públicos, que verán reducido su cupo en el curso que comienza en 3000 profesores (lo que se suma a los recortes de años pasados, unos 5000 en total, según estimaciones de los sindicatos de docentes). Mientras los recursos en Primaria e Infantil siguen siendo insuficientes y no se garantiza el mantenimiento a largo plazo de programas fundamentales como la Compensatoria y las Aulas de Enlace, el ajuste presupuestario supone un importante número de docentes menos no sólo en la ESO y en el Bachillerato, sino asimismo en la Formación Profesional, las Enseñanzas Artísticas y las Escuelas Oficiales de Idiomas. La decisión impulsada por la Consejera de Educación Lucía Figar, sin tener en cuenta la opinión de los sectores afectados, no va precisamente en apoyo de la calidad de la enseñanza y desde luego dista mucho de esa excelencia en educación que reclama para sí la Consejería. Los primeros perjudicados son los alumnos, que en muchos casos no sólo no contarán con horas de tutoría, sino que también en no pocos centros verán cómo desaparecen horas de laboratorio y desdobles en asignaturas como Lengua, Matemáticas e Inglés.

El reajuste va a suponer que un buen número de profesores va a engrosar las ya de por sí abultadas listas del paro, mientras muchos otros docentes se verán desplazados de sus centros de destino. Mientras el Gobierno de la Comunidad malgasta el dinero en costosas e inútiles campañas publicitarias de fomento del respeto al profesor, con medidas como éstas demuestra todo su desprecio a la meritoria labor que llevan a cabo los docentes que trabajan en la escuela pública así como a su alumnado. La mejor forma de garantizar el respeto a los profesores es dotarles de los medios necesarios y asegurarles unas condiciones dignas de trabajo. La educación, y mucho menos la educación pública, no es un lujo del que se pueda prescindir en época de crisis: es, por el contrario, una oportunidad de futuro y una garantía de cohesión social y de salud democrática. La enseñanza pública constituye, en definitiva, una de las bases fundamentales del estado social, democrático y de derecho, y si la atacamos, estamos minando la democracia misma y lesionando gravemente el derecho que todo ciudadano tiene a recibir una EDUCACIÓN DIGNA y DE CALIDAD.

Por todo ello, mostramos nuestra solidaridad con toda la comunidad educativa afectada del sector público en Madrid y nuestro apoyo a sus movilizaciones, así como también nuestro más rotundo rechazo a las citadas instrucciones, que deben ser retiradas de inmediato.

¡NO A LAS INSTRUCCIONES para el curso 2011-12 en la Comunidad de Madrid!



¡Por una EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD y de VERDADERA EXCELENCIA DE TODOS y PARA TODOS!

Para ver las firmas y apoyar el manifiesto, pinchar aquí.


3 comentarios:

  1. Hola, Carletes,
    estoy a favor del Manifiesto; pero, en ocasiones, la Aguirre, no me cae tan mal. Ahora, lo que ha hecho es imperdonable porque, como le dé por privatizar todos los servicios de la Comunidad de Madrid, no sólo habremos perdido la libertad de elegir, si no que nos tratarán, por privatizar la educación, como unos ciudadanos de tercera, para rascarnos los bolsillos. Es un plan retorcido y mefistofélico. De hecho, hay otros recortes, sin necesidad de despedir a los docentes. Por ejemplo, las contratas temporales del Ayuntamiento. ¿Para qué tantas obras?
    Saludos, H.

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  2. Hola Hyeonymus:
    no se trata de caer bien o mal un político, sino de defender nuestros derechos. Cada vez hay más privatizaciones y recortes, y siempre se hace en la Educación y la Sanidad, y nuestra libertad se va perdiendo paulatinamente.
    En fin, veremos cómo acaba esto, pero al menos, que no nos quedemos como otras veces con cara de tonto sin hacer nada.
    Y el tema de las subcontratas... España lleva mucho tiempo con este tipo de "contratos" y claro, los salarios van para atrás en vez de para adelante. Cada vez creo que la realidad imita más Kafka.
    Un abrazo.

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  3. Hola, Carletes,
    tienes toda la razón. Además, Kafka fue un visionario, aunque otros digan lo contrario.
    Abrazos, H.

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